jueves, mayo 15, 2025

Según la exministra socialista y presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, «no existía riesgo de apagón» hace 20 días

El 28 de abril de 2025, un apagón generalizado ha paralizado el país, dejando sin luz a millones de hogares, colapsando el transporte público y sumiendo en el caos a ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla. El blackout, que se extiende incluso a Portugal, es una catástrofe sin precedentes que expone la fragilidad del sistema eléctrico español. Hace apenas 20 días, Beatriz Corredor, exministra socialista y presidenta de Red Eléctrica, aseguraba con arrogancia que “no existía riesgo de apagón” y que España tenía “el mejor sistema eléctrico del mundo”. Sus palabras, ahora ridiculizadas en redes sociales, son la prueba de la incompetencia del Gobierno de Pedro Sánchez, cuya obsesión por colocar a fieles del PSOE en puestos clave del sector público ha llevado al país a esta crisis energética. La incapacidad de Corredor y otros enchufados socialistas demuestra que el sanchismo prioriza el clientelismo sobre la seguridad y el bienestar de los españoles.

Un apagón que desmiente a Corredor

El 9 de abril de 2025, Red Eléctrica, bajo la presidencia de Beatriz Corredor, emitió un mensaje categórico en redes sociales: “No existe riesgo de apagón. Red Eléctrica garantiza el suministro”. Corredor, en entrevistas previas, había presumido de que el sistema eléctrico español era “de los más seguros y evolucionados”, descartando cualquier posibilidad de colapso con una confianza que hoy resulta insultante. Sin embargo, el apagón de ayer, que comenzó a las 12:32 y ha dejado a España sin 15 gigavatios de potencia (el 60% del suministro), ha destrozado su credibilidad. Desde semáforos apagados que han causado el caos en Madrid hasta trenes varados en Barcelona, la realidad ha dado un bofetón a las promesas vacías de Corredor.

La presidenta de Red Eléctrica, una jurista sin experiencia técnica en el sector energético, no ha dado la cara mientras el país se hundía en la oscuridad. Su silencio, junto con la falta de explicaciones del Gobierno, es una muestra más de la ineptitud de un equipo que no está preparado para gestionar crisis. Usuarios en X han viralizado sus declaraciones, calificándolas de “vergonzosas” y exigiendo su dimisión. La hemeroteca no miente: Corredor, colocada a dedo por Sánchez en 2020, ha fracasado estrepitosamente en su rol como máxima responsable de la red eléctrica, exponiendo a España a una vulnerabilidad que ella misma negaba.

El enchufismo socialista: la raíz del problema

La designación de Beatriz Corredor como presidenta de Red Eléctrica es un ejemplo paradigmático del clientelismo del Gobierno de Sánchez. Corredor, exministra de Vivienda bajo Zapatero (2008-2010) y militante del PSOE desde 2003, no tiene formación ni experiencia en ingeniería eléctrica o gestión de infraestructuras críticas. Su nombramiento en 2020, con un salario de 546.000 euros anuales, fue una decisión política para recompensar su lealtad al partido, no un reconocimiento a su competencia. Sustituyó a Jordi Sevilla, otro socialista que dimitió por discrepancias con la ministra Teresa Ribera, evidenciando las luchas de poder internas que priman sobre la eficiencia.

Este enchufismo no es exclusivo de Corredor. El Gobierno de Sánchez ha llenado el sector público de cargos socialistas sin cualificación, desde la SEPI hasta organismos reguladores, priorizando la fidelidad ideológica sobre el mérito. El resultado es una administración incapaz de gestionar servicios esenciales. En el caso de Red Eléctrica, la falta de liderazgo técnico ha quedado al descubierto con el apagón, que operadores eléctricos describen como un fallo “sin precedentes” en un sistema que Corredor calificó de “inquebrantable”. La confianza ciega en su gestión, respaldada por Sánchez y Ribera, ha costado caro a los españoles, que ahora enfrentan las consecuencias de un sistema eléctrico al borde del colapso.

Políticas energéticas ideológicas y desastrosas

El apagón de 2025 es el fruto podrido de las políticas energéticas del Gobierno socialista. La obsesión por una transición ecológica dogmática, liderada por Teresa Ribera, ha desmantelado fuentes de energía fiables como las nucleares y las centrales de gas, apostando todo a renovables intermitentes como la solar y la eólica. En abril de 2025, tres reactores nucleares fueron desconectados por impuestos confiscatorios, reduciendo la capacidad de generación en un momento crítico. La falta de un mecanismo de capacidad para mantener operativas las centrales de gas, como advirtió la Red Europea de Gestores de Redes (ENTSO-E) en 2023, ha dejado a España sin respaldo ante picos de demanda o fallos técnicos.

Corredor, en lugar de alertar sobre estos riesgos, se dedicó a repetir el guion oficial: “Tranquilidad, no puede pasar”. Su negación de los informes de ENTSO-E, que ya en 2024 señalaban la inviabilidad de muchos ciclos combinados, es una muestra de su desconexión con la realidad. Mientras los ciudadanos pagan facturas eléctricas un 60% más caras que en 2018, el Gobierno y sus enchufados han ignorado las advertencias, sacrificando la estabilidad energética en el altar de la propaganda verde. El apagón de ayer no es solo un fallo técnico; es el colapso de una estrategia ideológica que ha puesto a España en peligro.

Un Gobierno sin respuestas, un país en la oscuridad

La respuesta del Gobierno ante el apagón de ayer ha sido tan patética como predecible. Sánchez, tras horas de silencio, se limitó a decir que “no se descarta ninguna hipótesis” sobre las causas, mientras Ribera negaba un ciberataque sin pruebas concluyentes. La ausencia de un plan de emergencia, como los simulacros implementados en países como Chile tras apagones recientes, evidencia la improvisación de un Ejecutivo que no está preparado para gobernar. Mientras tanto, Corredor sigue sin aparecer, dejando a Red Eléctrica sin liderazgo en el peor momento posible.

Los españoles merecen algo mejor que un Gobierno que coloca a amigos en puestos clave sin importar su incapacidad. La presidencia de Red Eléctrica requiere un experto en sistemas eléctricos, no una política cuya única credencial es su carné del PSOE. La crisis actual exige dimisiones, empezando por Corredor, y un cambio radical en la gestión energética. Reactivar las nucleares, garantizar la viabilidad de las centrales de gas y abandonar el dogmatismo verde son pasos urgentes para evitar que España vuelva a quedarse sin luz.

El apagón de 2025 es una humillación nacional, pero también una llamada de atención. Los ciudadanos, atrapados en el caos, no olvidarán las palabras de Corredor ni la arrogancia de un Gobierno que negó lo evidente. Sánchez y sus enchufados han fallado a España, y la oscuridad de hoy es el símbolo de su incompetencia. Es hora de exigir responsabilidad, profesionalidad y un sistema eléctrico que ponga a los españoles por encima de las ambiciones políticas del PSOE.

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