Quequé ha sido citado a declarar por presunto acoso tras la denuncia de Abogados Cristianos
El presentador de la Cadena Ser, Quequé, ha sido citado a declarar como investigado por un delito de acoso tras la denuncia de Abogados Cristianos.
Héctor de Miguel, más conocido como «Quequé», tendrá que declarar el próximo 9 de mayo en un juzgado de Valladolid acusado de un delito de acoso después de que animara a su audiencia a llamar a Abogados Cristianos para increpar a su presidenta, Polonia Castellanos.
El llamamiento por parte de Quequé tuvo lugar a raíz de conocerse la querella que la organización de juristas le había interpuesto tras animar a dinamitar el Valle de los Caídos. Querella por la cual el presentador está actualmente procesado por un juzgado de Madrid.
El humorista y presentador de la Cadena SER, Héctor de Miguel, más conocido como «Quequé», está en el centro de la polémica tras ser citado a declarar como investigado por un delito de acoso. Esta situación se deriva de una denuncia interpuesta por la asociación Abogados Cristianos, que acusa al comunicador de haber instigado a su audiencia a increpar a su presidenta, Polonia Castellanos.
El caso de Quequé es un claro ejemplo de cómo ciertos sectores mediáticos han traspasado los límites de la opinión y la crítica para convertirse en meros agitadores ideológicos. Desde su posición privilegiada en un medio de comunicación de gran alcance como la Cadena SER, el presentador se ha permitido no solo mofarse de personas y colectivos con los que no comparte ideología, sino que además ha cruzado la línea de la difamación y la incitación al acoso.
La denuncia de Abogados Cristianos se fundamenta en el llamamiento que Quequé realizó a su audiencia, instándola a contactar a la organización y molestar a su presidenta
Este comportamiento, lejos de ser un simple chiste o una broma inocente, constituye una forma de hostigamiento denunciada ante la justicia. No es la primera vez que el presentador protagoniza episodios similares, en los que el humor se utiliza como pretexto para incitar al linchamiento mediático de quienes no comulgan con su visión del mundo.
Curiosamente, los mismos sectores que se erigen como defensores de la tolerancia y el respeto parecen mirar hacia otro lado cuando el acoso proviene de uno de los suyos. La indignación y el revuelo mediático que suelen desatarse ante cualquier acción que pueda interpretarse como «delito de odio» brillan por su ausencia cuando el agresor es alguien alineado con la izquierda.
El caso de Quequé pone en evidencia esta hipocresía. Si la situación hubiera sido a la inversa y un comunicador de tendencia conservadora hubiera llamado a su público a increpar a un colectivo progresista, no habría faltado una oleada de condenas, denuncias y cancelaciones. Pero aquí no. Aquí, la actitud de Quequé es trivializada, disfrazada de humor o simplemente ignorada por quienes deberían denunciar cualquier tipo de acoso, venga de donde venga.
Cabe recordar que este episodio no es el único en la trayectoria de Quequé
En el pasado, el presentador ya fue objeto de otra querella tras haber animado a «volar» el Valle de los Caídos, un comentario que, lejos de ser una simple boutade humorística, entra de lleno en la apología del odio y la violencia contra un monumento católico que representa la conciliación de la Guerra Civil.
El próximo 9 de mayo, Quequé tendrá que responder ante la justicia por sus actos. La denuncia de Abogados Cristianos, lejos de ser una reacción exagerada, es una respuesta lógica ante un ataque directo a una organización y a su presidenta.
Es momento de dejar a un lado las dobles varas de medir y defender la libertad de expresión sin que esta se convierta en una excusa para justificar la persecución y el hostigamiento. Quequé deberá rendir cuentas ante la justicia, y con ello, se abre la posibilidad de que el debate público recupere un mínimo de decencia y coherencia.