Persecución a los «encabronaos», pero arrieros somos.
Dice el Código Penal sobre la calumnia como parte de delitos contra el honor… “Artículo 205. Es calumnia la imputación de un delito hecha con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad”. Un artículo perfecto para castigar penalmente a aquellos que imputan delitos falsamente a otros.
De la misma moneda encontramos las dos caras a la vez, porque ¿qué ocurre cuando se denuncia adrede a una persona que ha dicho algo que sabes que es cierto, acusándolo de calumnia? ¿Estaríamos también ante una calumnia con traje de denuncia falsa? Es lo mismo el collar y el perro, que el perro y el collar?
Pequeño apunte hecho, y a estas alturas de la cuestión, planteo el punto en que, cuando uno tiene recursos limitados, que no total falta de ellos, y quiere una defensa que no sea gratuita (pues quiénes saben de juicios y causas, dicen que el abogado de oficio muy a menudo no tiene siquiera tiempo de preparar correctamente el asunto que le toque) no tiene más opciones que arruinarse a pagar abogado. Por una parte porque no le corresponde la justicia gratuita, por otra porque quiere preparar su defensa de la mano de quién quizás tenga conocimiento de la trayectoria completa en asuntos distintos al procedimiento tratado. En cualquier caso, sabiendo que el importe medio de un juicio en primera instancia ronda los 2.000 euros, estamos ante más de un mes de salario mínimo interprofesional. Un mes sin pagar casa, luz, agua, teléfono, colegio, comida o cualquier otra cosa para poder defenderse de una acusación, cierta o errónea. Pero si no es real, si no se sustenta, si no prospera, si no es cierta, al fin, si es una calumnia…
Cuando eres, pongamos un ejemplo escatológico famoso, “un grano en el culo”, y además uno pegado al culo del gobierno, la cosa se complica. Osar contradecir, en los tiempos que corren la voz discursiva del Presidente del Gobierno es un acto de puro descerebrado. Y así es como, Raúl Alfonso Paredes, conocido como “El Murciano Encabronao“ y compañero de esta casa, Multicanal Radio, se ha convertido en el grano en el culo de Pedrísimo. Raúl tiene esa fea costumbre de rascar en las transparencias y encontrar esa pieza que desentona por estar mal, pero que muy mal “gestionada”. Digámoslo así.
Mientras se hace ruido, humo, vaho y música al son de tuiteros que comentan la actualidad de la prensa, que no se mojan más que por exponer su punto de vista, que ya es, persiguiéndolos los gremlins y los palmeros del Gobierno, a los realmente molestos, cuan hemorroide, se utiliza la táctica del ahogo financiero. En este caso, sabes que estás en otra liga, en otra escala distinta. Cuando son los propios partidos del bipartidismo multicolor los que atacan, sabes que, primero, son del mismo amo, y segundo, que estás seguramente en lo cierto, o rozando el poste.
Ustedes, no los que leen con dinamismo, sino aquellos que están leyendo en la pasividad absoluta, y aquellos que leen para buscar más artículos «doscientos cincos» del Código Penal (tristes perdedores vendidos), pondrán un tweet y se sentirán realizados. No, el tweet es para expiar su sentimiento de culpa por no hacer nada, y así creer que sí, sí que han hecho algo.
Cuando estemos con las calles que se caen (algo que ya ocurre), cuando los políticos estén mirándonos desde sus 7 u 8 sueldos mínimos al mes (algo que ya hacen), cuando la inseguridad esté tan cerca que haya tocado a su familia(algo que finalmente ocurrirá), cuando la censura sea tan palpable que no hablarán de tuiteros, ni de youtubers de ultraderecha mega-extra-ultra-fascista como Raúl Alfonso, sino de lo que han comentado ustedes mismos al amigo que resulta ser el chivato gubernamental (o a las SS del poder)… Entonces será cuando se den cuenta de que aquél día, leyendo este mísero artículo, deberían haber reaccionado.
Vivimos del «aquí no pasará». Igual que vivieron los cubanos, los venezolanos, incluso igual que pensaban las mujeres iraníes en la época en que podían llevar minifalda. Nadie ve la rama en el ojo propio, pero el español, es que no ve ni el tronco con el que choca de cara.
Mientras una familia se enfrenta SOLA al poder jurídico de quienes decuplican sus ingresos ingresos cada mes, de quienes viven y respiran de dinero público envuelto en subvenciones y cargos políticos, la masa mira cuan vacas mirando pasar el tren de las libertades: inerte, impasible y sobre todo inútil. Sigan pastando, sin hacer nada, que vendrá el amo a llevarles al matadero más cercano.
Iba a terminar aquí, pero no puedo sino hacerlo mención al triste espectáculo que dan esos que apoyan incondicionalmente los comentaristas de noticias porque al fin y al cabo es una batalla de poca monta que da miles de visitas (eso sí, eh), y que no se atreven a esta batalla, la real, la de verdad, la de los datos y cifras, la que abre los ojos de las personas. Tener argumentos incontestables tiene precio.
Un “saludo españoles de bien”, arrieros somos, y si somos valientes, arriemos.

Podéis ver el vídeo de Raúl aquí: os comento sobre la situación – YouTube