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Óscar Puente, el ministro más feo del Gobierno, ataca con insultos el físico de Santiago Abascal indignando al Partido Popular

Oscar Puente - Insultos - Santiago Abascal

El ministro de Transportes, Óscar Puente, vuelve a demostrar que su prioridad no es mejorar las infraestructuras de España, sino lanzarse a la política del insulto y la descalificación. En esta ocasión, el blanco de sus ataques ha sido Santiago Abascal, presidente de Vox, a quien ridiculizó en redes sociales con comentarios sobre su físico. En un ejercicio de infantilismo político impropio de un miembro del Gobierno, Puente se burló de la postura y vestimenta del líder de Vox en la cumbre de Patriots, demostrando una vez más el bajo nivel al que ha caído el Ejecutivo de Pedro Sánchez.

Puente ha publicado un mensaje en la red social X con una foto editada de Abascal, en la cumbre de Patriots, en la que aparece junto a la líder de Agrupación Nacional, Marine Le Pen, y en la que el presidente de Vox posa con los pies de puntillas

El tuit en cuestión, en el que el ministro afirma que Abascal «se pone de puntillas» y usa «camisas tres tallas más pequeñas para lucir musculitos», no es un hecho aislado. Forma parte de una estrategia recurrente de los socialistas para desviar la atención de los problemas reales del país: una economía en crisis, una inmigración descontrolada y un Estado cada vez más endeudado. El propio Puente no es ajeno a la polémica, ya que su historial está repleto de salidas de tono y comentarios ofensivos contra sus adversarios políticos, en lugar de dedicarse a gestionar un ministerio clave para España.

Pero la realidad es que la imagen original, compartida por el propio Abascal, demuestra que no estaba de puntillas. De hecho, al comparar ambas, se observa que los zapatos no coinciden con los de la versión compartida por el ministro y que en el suelo falta una pegatina blanca que sí aparece en la instantánea original

Desde el Partido Popular han denunciado esta actitud, recordando que no es la primera vez que un miembro del Gobierno de Sánchez se mete con el físico de los políticos de la oposición. Hace unas semanas, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ridiculizó al portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, por su calvicie. La respuesta de los ‘populares’ ha sido clara: «Tienen una asesora cobrando un sueldo por decir que Pedro Sánchez es guapo y a 22 ministros para criticar el físico de los políticos de la oposición». Además, han exigido la destitución de Puente por su conducta impropia de un ministro.

Por su parte, Santiago Abascal no ha entrado en el juego de la provocación, manteniéndose firme en sus principios y sin responder a las descalificaciones. Su liderazgo se basa en la defensa de España y sus valores, no en ataques personales ni en política de espectáculo. Este episodio solo refuerza la imagen de Vox como un partido que incomoda al poder establecido, razón por la que desde Moncloa intentan desacreditarlo con ataques pueriles en lugar de con argumentos políticos.

La cuestión de fondo es preocupante: un Gobierno que, en lugar de centrarse en resolver los problemas de los españoles, prefiere embarrar el debate público con insultos y descalificaciones personales. El caso de Óscar Puente es el reflejo de un Ejecutivo sin rumbo, más preocupado por la propaganda y la confrontación que por gobernar con seriedad. Por el bien de España, urge un cambio que devuelva la dignidad a las instituciones y ponga fin a este circo en el que se ha convertido la política bajo el sanchismo.

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