martes, mayo 20, 2025

🔴 NUEVO ACTO DE CENSURA | Retiran la lona de Hazte Oír que llamaba «corrupto» a Pedro Sánchez

En un nuevo capítulo de la deriva autoritaria del Gobierno de Pedro Sánchez, el 19 de mayo de 2025, las autoridades ordenaron la retirada de una lona instalada por la organización Hazte Oír frente al Congreso de los Diputados, en la que se calificaba al presidente español como «corrupto». Este acto de censura, perpetrado apenas unas horas después de que la lona fuera desplegada en la Carrera de San Jerónimo, no solo constituye un ataque directo a la libertad de expresión, sino que también pone de manifiesto la incapacidad del Ejecutivo para tolerar cualquier crítica que exponga su corrupción abrumadora y desvergonzada. La acción contra la Lona de Hazte Oír refleja cómo el Gobierno de Sánchez, cada vez más parecido a la dictadura chavista de Venezuela, recurre a la represión para silenciar a quienes denuncian sus fechorías, evidenciando un régimen donde priman la corrupción, la mentira, la censura y el ataque a las libertades básicas.

Un acto de censura que desnuda la fragilidad democrática

La lona de Hazte Oír, que mostraba una imagen de Pedro Sánchez acompañada de la palabra «corrupto» y referencias a escándalos como el «caso Koldo/Ábalos», el «caso Begoña» y el «caso Hermano», fue retirada bajo el argumento de que alteraba el orden público. Esta excusa, tan endeble como reveladora, demuestra el temor del Gobierno a enfrentarse a la verdad. La organización había contratado el espacio publicitario para permanecer expuesto durante 15 días, un derecho legítimo que fue coartado por la intervención estatal. La acción no solo vulnera el derecho a la libertad de expresión, consagrado en la Constitución Española, sino que también evidencia la hipocresía de un Ejecutivo que se autoproclama progresista mientras adopta tácticas propias de regímenes autoritarios.

El caso de la Lona de Hazte Oír no es un incidente aislado, sino parte de un patrón sistemático de censura que define la gestión de Sánchez. Desde su llegada al poder, el presidente ha mostrado una intolerancia absoluta hacia cualquier forma de disidencia, utilizando las instituciones para acallar a quienes cuestionan su legitimidad. Los escándalos de corrupción que rodean al PSOE, desde las investigaciones sobre su esposa hasta las irregularidades en su entorno más cercano, son un recordatorio de que este Gobierno tiene mucho que ocultar. En lugar de rendir cuentas, Sánchez opta por la represión, un comportamiento que recuerda a las tácticas de Nicolás Maduro en Venezuela, donde la censura y el control de la narrativa pública son herramientas clave para perpetuarse en el poder.

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Lunes, 19 de mayo a las 17:45h. Llego a la puerta del Congreso de los Diputados para asistir al acto…

Una deriva chavista que amenaza las libertades fundamentales

La comparación entre el Gobierno de Sánchez y la dictadura chavista no es exagerada; es una constatación de hechos. Al igual que en Venezuela, donde la corrupción y la mentira son el pan de cada día, España bajo el mandato de Sánchez ha visto un deterioro alarmante de las libertades básicas. La retirada de la lona de Hazte Oír es un ejemplo paradigmático de cómo el Ejecutivo español utiliza su poder para silenciar las críticas, un método que Maduro ha perfeccionado a lo largo de los años. En ambos casos, la estrategia es clara: evitar a toda costa que los ciudadanos accedan a información que revele la verdadera naturaleza del régimen.

La libertad de expresión, un pilar esencial de cualquier democracia, está siendo erosionada por un Gobierno que no tolera la disidencia. La acción contra la lona de Hazte Oír envía un mensaje intimidatorio a la sociedad española: quien ose cuestionar a Sánchez enfrentará consecuencias. Este clima de represión es inaceptable en un país que debería ser un bastión de los valores democráticos europeos. Mientras el Ejecutivo se escuda en discursos vacíos sobre el progresismo, sus acciones revelan un desprecio absoluto por los derechos fundamentales, un rasgo que lo asemeja cada vez más a las dictaduras latinoamericanas que tanto dice rechazar.

La necesidad de resistencia frente a la censura

La retirada de la lona de Hazte Oír no debe pasar desapercibida; es un síntoma de la enfermedad que aqueja a la democracia española bajo el mandato de Sánchez. Los ciudadanos tienen derecho a denunciar la corrupción de un Gobierno que ha convertido la mentira en su modus operandi, y ninguna maniobra represiva debería impedirlo. Es imperativo que la sociedad civil se movilice para defender la libertad de expresión y exigir responsabilidades a un Ejecutivo que, lejos de servir al pueblo, lo somete a un régimen de censura y control.

España no puede seguir por este camino. La corrupción de Sánchez y su entorno, evidenciada por escándalos que no cesan, requiere una respuesta contundente, no un silencio forzado. La lona de Hazte Oír era un grito de indignación que representaba a millones de españoles hartos de la impunidad; retirarla es un acto de cobardía que no puede quedar sin respuesta. Es hora de que el Gobierno abandone sus tácticas chavistas y enfrente la realidad: la verdad no puede ser silenciada para siempre.

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