miércoles, junio 26, 2024

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El Papa Francisco aconseja que los homosexuales no deberían ser admitidos en el seminario puesto que: «Ya hay demasiada mariconería»

La semana pasada, el Papa tuvo una reunión a puerta cerrada con los obispos italianos que duró una hora y media. Según algunos participantes que hablaron con un importante diario italiano, el Papa dio un consejo claro a los prelados italianos: los homosexuales no deberían ser admitidos en el seminario. En la conversación, que tuvo un tono muy informal según La Repubblica, el Pontífice argentino también comentó, en tono de broma, que hay demasiada «mariconería» en ciertos seminarios.

Durante la conversación «a calzón quitado», se discutió la decisión tomada hace años por el Papa Francisco de fusionar diócesis, reduciendo el número de 226 diócesis en Italia bajo la dirección de un solo obispo. Esta medida ha generado críticas y dificultades, las cuales los obispos expresaron al Papa durante su reciente visita Ad limina a Roma. Según el diario italiano, el Papa ha indicado que tiene intención de interrumpir esta práctica.

El debate sobre la admisión de seminaristas homosexuales ha sido un tema recurrente en los últimos meses. En noviembre pasado, en Asís, la Asamblea Plenaria de los obispos italianos aprobó una nueva Ratio formationis sacerdotalis, un reglamento para los seminarios en Italia que aún está en revisión por el Dicasterio vaticano para el Clero. Este texto aborda diversos aspectos de la formación sacerdotal, incluyendo la educación afectiva y el acompañamiento vocacional, y uno de los temas más divisivos fue la admisión de seminaristas homosexuales.

Hasta ahora, se seguían las indicaciones del Dicasterio del Clero, establecidas en una instrucción de 2005 y confirmadas en 2016, que prohíben la admisión en el seminario y en las Sagradas Órdenes a quienes practican la homosexualidad, tienen tendencias homosexuales profundamente arraigadas o apoyan la cultura gay. Sin embargo, en la asamblea de Asís, algunos obispos italianos plantearon la posibilidad de abordar este tema de manera diferente, influenciados por la apertura del Papa Francisco hacia las personas homosexuales.

Se discutió una enmienda que distinguía entre actos y tendencias, reiterando la obligación del celibato para todos los seminaristas y abriendo la puerta a candidatos homosexuales comprometidos con el celibato. Aunque impugnada por muchos obispos, la enmienda fue aprobada por la mayoría en la asamblea de otoño.

Durante la reunión de la semana pasada, con motivo de la asamblea de primavera, algunos obispos retomaron el tema, y uno preguntó al Papa qué hacer cuando un homosexual solicita ingresar al seminario. El Papa reiteró su oposición, subrayando el respeto debido a cada persona, pero insistiendo en la necesidad de evitar que alguien que es gay elija el sacerdocio y termine llevando una doble vida. Nuevamente, el Papa hizo un comentario jocoso sobre la «mariconería» en algunos seminarios italianos, sorprendiendo a varios obispos.

En resumen, el Papa reafirmó lo que es un secreto a voces en los seminarios de todo el mundo: «hay demasiada mariconería».

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